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SOBRE ADICCIONES Y DEPENDENCIAS

By 29 enero, 2015 No Comments

PSICOLOGA SEVILLA | Pilar Romero

Cotidianamente entendemos el ser adicto a drogas, tabaco, alcohol… Pero psicológicamente hablando se puede ser adicto a determinadas sustancias o acciones, a la comida, a los medicamentos, al juego, a las compras, al sexo, a las relaciones amorosas… Así como a las nuevas incorporaciones de esta nueva sociedad que serían el trabajo, internet, móvil, dinero, televisión, marcas …

La palabra adicción significa “esclavo”.

Si ese objeto, sustancia o persona que buscamos para calmarnos se vuelve indispensable para nuestro bienestar y la dependencia es extrema puedo decir que se sufre una adicción.

La persona depende de ese objeto al cual se le atribuye propiedades idealizadas y mágicas, cree que va a resolver su problema o malestar, pero  nunca lo hace. Calma el malestar momentáneamente, pero lo ata a él, ocasionándole otro problema, la dependencia.

Este comportamiento encubre una tensión interna muy alta, que estas personas no saben nombrar ni reflexionar con claridad. Por lo cual el tratamiento más conveniente para superar una adicción o dependencia sería ir desmenuzando lo que hay detrás de este escaparate de hábitos y acciones repetitivas.

Las personalidades más propensas a padecerlas tienen poca tolerancia a la frustración, falta de control de impulsos, así como una muy baja autoestima.

Una de las causas más importante tiene que ver con nuestra primera relación, la de madre –hijo. Ante madres dependientes suele darse hijos dependientes, ya que es el modo de relacionarnos que hemos aprendido.

Cuando una persona no tiene capacidad para manejar sus estados de sufrimientos psíquicos, se tiende a buscar en el exterior una solución que falta en su interior para aliviarse.

En conclusión, estamos ante una falla del proceso madurativo de individuación o identidad.

CASO CLINICO (Nombre fictício):
María tenía la necesidad de comprarse ropa sin control, además de hacer daño a su economía, se siente empujada a adquirir esos objetos externos que ella cree calmarán su tensión interna. Esta tensión procedía de un desacuerdo con su cuerpo, no se gustaba y creía que el comprar ropa va ayudarla a estar mejor.  Más adelante en consulta pudimos ver la tristeza profunda que tenía a no volver a ser joven y dejar de ser querida por no acercarse a los canones publicitarios. Con esta actividad María intentaba reparar su imagen interna deteriorada.

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