Cada día son más las personas que me vienen a consultar por miedos, fobias o terrores que les impide y/o limita realizar actividades que se requieren llevar a cabo para vivir y disfrutar de lo cotidiano.
Existen miedos a la oscuridad, a la soledad, a los extraños, a conducir, a los ascensores, a los espacios abiertos, a la muerte, a salir solo de casa, a atragantarse, a los perros, a las tormentas …
La fobia es un miedo intenso y desproporcionado ante objetos, animales, personas o situaciones concretas que normalmente no lo producen. Pueden aparecer en la infancia, adolescencia y en la vida adulta.
Éstos ocasionan evitaciones, precauciones y prohibiciones ante determinadas situaciones y objetos cuya proximidad despierta angustia, ansiedad o pánico.
La causa de estos miedos y fobias es inconsciente. La persona ha realizado una elaboración mental, en la cuál, desplaza en la fobia el objeto de su angustia. Cuando no podemos tolerar ni podemos explicarnos nuestros conflictos internos podemos tratar de atribuirles su origen a esta fobia (objeto externo a nosotros) que los representa simbólicamente y así podemos liberarnos de ellos, evitándolos.
Para disolver este malestar e incapacidad mediante la psicoterapia realizamos una exploración minuciosa de todo lo relativo al síntoma, hay que mirar más allá de las simbología de cada fobia: las características del objeto sustituto, las circunstancias que rodearon su constitución como fobia, las asociaciones que el sujeto puede aportar con respecto al objeto sustituto. Por medio de este proceso desmontamos esos pensamientos irracionales.
Cuando somos pequeños tenemos algún tipo de miedo, como el miedo a dormir solos, poco a poco nuestros padres nos van enseñando a poder superar estas adversidades. Las fobias no son más que este proceso de aprendizaje, con elaboraciones mentales más complejas, pero en la que la superación de ellas será nuestro “padre” interno el que nos enseñe.
La psicoterapia psicoanalítica, como yo trabajo en consulta, nos va a permitir comprender por qué se produjo esa fobia, desbloquear esa angustia, ansiedad o pánico, y ponerles palabras a todos esos sentimientos. Es una experiencia de maduración y crecimiento, ya que en un momento de su desarrollo personal, el fóbico se ha quedado bloqueado.
Las experiencias y descubrimientos más importantes para la formación de nuestra persona es el desarrollo de nuestra identidad, es decir aquellas experiencias y descubrimientos que nos permiten entender quiénes somos y qué deseamos.
