Sin categoría

HAMBRE DE AMOR

By 20 marzo, 2015 No Comments

PSICOLOGA SEVILLA | Pilar Romero

Lo que hay detrás de cada bocado

Laura: “estoy a régimen otra vez, lo hago bien durante todo el día, pero cuando llego a casa y me siento en mi sofá, no puedo parar de comer… así es imposible que yo adelgace…”.

Cuántas veces hemos escuchado esto, y cuántas otras nos ha pasado a nosotros. ¿Qué hay detrás, de este comportamiento de perder el control con la comida?

Casi todos los conflictos de nuestro mundo interno tienen un reflejo en el modo en que nos alimentamos. Intentamos compensar con excesos o defectos de la comida, un vacío insoportable. Cuanto más sordos seamos a nuestras emociones, cuanto más neguemos nuestros afectos, más sufriremos corporalmente.

Las dos necesidades básicas del ser humano son el hambre y el amor.

Cuando comenzamos una dieta existe un primer tiempo de euforia, de fuerza de voluntad infinita, de triunfo sobre el hambre. Existe un segundo tiempo de fracaso, fractura y culpa.
En el primer tiempo, tenemos todo bajo control, soñamos cómo nos vamos a quedar de guapos y delgados. Es el momento en que domina nuestro IDEAL interno.
En el segundo tiempo, es cuando esta rígida fuerza de voluntad empieza a tambalearse, y comenzamos a saltarnos el régimen. El tema está en que no podemos sostener ese Ideal que nos habíamos planteado.

Os diría, que antes de comenzar cualquier tipo de dieta, reflexionéis sobre cuáles son las circunstancias y limitaciones personales, y a qué pautas nos podemos comprometer con nosotros mismos. Esta reflexión nos llevara a conocernos más, así como a hacer única y personalizada nuestra dieta, por lo que podremos mantenerla para toda la vida. O dicho de otra manera, aprenderemos a comer. Ya que la dieta que le funciona a nuestra vecina, con la que se ha quedado tan estupenda, no tiene por qué tener los mismos efectos en mí.

Tenemos que ser conscientes de porqué, cuándo y cómo comemos. ¿Qué me ha pasado? ¿En qué momento me sucede? ¿Estoy triste o tengo ansiedad? ¿Y por qué motivo? Nos pasamos horas limpiando la casa, realizando esa tarea laboral para que sea perfecta, entrenando en el gimnasio… ¿Y cuánto tiempo al día te paras a reflexionar sobre ti mismo? ¿Qué ocurre contigo? ¿Y tu gimnasia mental y personal?

La mayoría de las veces el comer de manera descontrolada va asociado a no soportar nuestro vacío interior, el cuál nos es “más fácil” llenar con comida para aliviar o reducir nuestra angustia. Cantidad de veces hacemos uso de la comida como ansiolítico, antidepresivo, sustituto de amor…Es decir, nos drogamos con comida para no sentir. Comer compulsivamente es tratar de escapar de nosotros mismos cuando las cosas se ponen difíciles. Cuando no queremos saber lo que está pasando.

Hay que diferenciar entre uso y abuso. No es lo mismo dadnos un banquete en ocasionales excepcionales que hacer un banquete diario.

Porque la pena que estoy sustituyendo con placer (comida) al tiempo se convierte en triple pena; el conflicto que teníamos sigue sin solución. Una vez que terminamos el helado o chocolate, enseguida afloran de nuevo las penas, y para rematar, con mayor dolor y la culpa por el desliz, y el exceso de peso que se irá acumulando.

Lo primero que hacemos cuando nacemos es comer de o con nuestra madre. Este acto tan primario nos deja una huella en nuestra memoria inconsciente, de tal modo que cuando ya de jóvenes o adultos tenemos problemas o no sabemos afrontar el día a día, recurrimos y regresamos a este acto primario de confianza que nos hace sentirnos seguros y queridos

El temperamento de estas personas se caracteriza por no manejar bien el estrés y continuamente lidian con problemas ó conflictos emocionales. Tienden a ser muy perfeccionistas, exigentes e impulsivos. Usan la comida para calmar su temperamento.

Necesitan urgentemente ser aceptados y recibir reconocimiento y mucho cariño. Muchos de ellos sufren mucho por su cuerpo, no se sienten aceptados por las personas y buscan con gran afán el ser queridos por alguien.

Como decía Cervantes “el mayor contrario que el amor tiene es el hambre”.

Visitanos

Avenida San Francisco Javier
Planta 1ª
Consulta 7. 41018 – Sevilla.

T:  609 756 795
E: psico.pilar.romero@gmail.com